Esta cita corresponde al título de una ponencia presentada por el autor en el VII Congreso Internacional de Lingüística del Corpus (Valladolid, marzo de 2015). No representa, sin embargo, la opinión personal del autor ni la de sus colaboradores del Centro de Lexicografía de Aarhus, sino que es una combinación de dos citas de Lees (1962) e Itkonen (1976), respectivamente. La lucha de ideas entre estas posiciones y las de los defensores de los corpus fue un tema importante en las discusiones lingüísticas en la segunda parte de los años 70 del siglo pasado. Hoy en día es evidente que los corpus son de gran utilidad en las investigaciones lingüísticas, y también en el trabajo relacionado con la confección de diccionarios. No obstante, a continuación se defenderá la idea de que la llamada «revolución de corpus dentro de la lexicografía» ha llegado demasiado lejos y hasta resulta contraproducente en la realización de varios tipos de tareas. En este respecto, el artículo argumentará que hay un grano de verdad en las muy categóricas opiniones de Lees e Itkonen, por lo menos en lo que se refiere a la lexicografía especializada, pues dentro de esta disciplina ya no se trata de luchar contra los molinos de viento sino determinar las limitaciones del uso de corpus para la confección de diccionarios especializados. Es un fenómeno bien conocido que muchos investigadores –con la introducción de una nueva tecnología, técnica o paradigma– a menudo llegan a rechazar todo lo anterior, incluso lo que todavía les puede beneficiar, y desarrollan una fe casi ciega en las ventajas y maravillas de lo nuevo, llevándolas hasta el extremo. No ven de inmediato las limitaciones que también contiene lo nuevo. Pero como casi siempre acontece, estas limitaciones poco a poco acaban manifestándose e imponiéndose aunque el conocimiento humano generalmente las registra con cierta demora.